enero 18, 2011

Biomasa Estados Unidos da un respiro de tres años a la bioenergía al no regular sus emisiones de CO2


13 de enero de 2011

La Environmental Protection Agency (EPA) de Estados Unidos tiene previsto aprobar en julio una normativa que exima del cómputo de emisiones de CO2 a la producción de energía con biocombustibles. La exención durará tres años, el mismo tiempo durante el cual científicos y otros expertos analizarán esas emisiones y si deben entrar en una futura reglamentación.

Las industrias afectadas por el aplazamiento son las plantas de producción de energía con biocombustibles sólidos procedentes de trabajos forestales y agrícolas, las de biogás (vertederos, granjas y depuradoras) y las de fabricación de etanol. Ninguna de ellas tendrá que pasar por trámites de autorización, supervisión y, en su caso, imposición de límites y reducción de emisiones. “Los miembros de la Biomass Power Association (BPA) estamos muy contentos por la decisión de la EPA de retrasar en tres años la regulación para la biomasa". Bob Cleaves, presidente de dicha asociación, hacía pública así su satisfacción por una medida que dio a conocer ayer mismo la EPA por boca de su directora, Lisa Jackson.

Bob Cleaves respalda la decisión porque “valida completamente la importante contribución de nuestros miembros a la lucha contra el cambio climático con la generación de energía renovable”. Este aspecto resulta crucial para los productores, ya que, de entrar en esa supervisión y autorización de emisiones (una regulación similar a la asignación de derechos de emisión), entienden que perderían el carácter de energía renovable.

Tres años de estudios científicos para una solución definitiva
Además de la BPA, otras asociaciones y actores implicados (incluidos los agricultores y propietarios forestales) han mostrado interés en trabajar junto a la EPA para definir, de forma científica, cuáles son las emisiones reales de carbono a la atmósfera. Aquí está el quid de la cuestión, ya que, hay moratoria para la biomasa, pero mientras científicos y agencias federales estudian y determinan durante tres años si esas emisiones computan como netas o neutras. Lisa Jackson afirma que “sobre la base de esta consulta, la EPA propondrá una política permanente sobre las emisiones de la biomasa”.

Además de los resultados que aporten este grupo de expertos, la EPA confirma que también se tendrán en cuenta las más de 7.000 observaciones que ha recibido desde que en julio de 2010 requirió información al efecto. Entre ellas hay algunas que constatan que hay ciertos tipos de biomasa utilizadas para producir energía que emiten la misma cantidad de CO2 que si se les dejara descomponer al aire libre. Otras, por el contrario, emiten una mayor cantidad neta de CO2, señala la nota de la EPA.

Más información:
www.epa.gov

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