“Máquina de hielo, que utiliza energía no
convencional con el fin de conservar alimentos en su interior” [imagen], así se
denomina el prototipo diseñado por ingenieros de la Universidad Nacional de
Colombia (U.N.) Sede Medellín y patentado por la Superintendencia de Industria
y Comercio. Su objetivo, según se afirma, es que permita a "las
comunidades más apartadas del país refrigerar sus alimentos y medicinas".
El equipo tiene dos metros por lado, apto para llegar a "zonas geográficas
de difícil acceso".
Concretamente,
desde U.N. se explica que "la máquina creada por ingenieros del grupo de
investigación en Termodinámica Aplicada y Energía Alternativa (Tayea) congela y
refrigera entre uno y cinco litros de agua", en una cantidad aproximada a
10 kg.
Su fundamento, afirma el profesor Farid Chejne Janna, del Departamento de Procesos y Energía de la Facultad de Minas de la U.N. Sede Medellín, es “una tecnología limpia basada en el aprovechamiento de la energía solar y en la utilización de sustancias que no generan impacto ambiental, la cual se refiere a la refrigeración por adsorción de metanol en carbón activado”.
La adsorción (no confundir con absorción) es un proceso por el cual un sólido o un líquido atrae y retiene en su superficie gases, vapores, líquidos o cuerpos disueltos. Este tipo de enfriamiento "presenta ciclos similares a los sistemas convencionales, la diferencia radica en que la parte mecánica del refrigerador (compresor) es reemplazada por una etapa de adsorción-desorción (adsorbedor, en este caso el carbón activado, el cual atrapa compuestos, principalmente orgánicos, presentes en un gas o en un líquido)".
El mecanismo, al que se califica de "sencillo", es así descripto: "El secreto está en el sistema de tuberías (20 tubos de 2 metros de longitud y 10 centímetros de diámetro, los cuales contienen carbón activado, elemento que permite el proceso de enfriamiento, capaz de adsorber amoníaco o metanol) y el uso de los paneles solares. Además, la máquina usa un líquido refrigerante (metanol) que se evapora debido al calor que concentran los reflectores solares convexos".
"Una vez al interior del sistema -continúa la nota de prensa de la U.N.-, se han superado los 90 grados centígrados, el vapor atrapado en las tuberías entra en contacto con el carbón activado, el cual se vuelve líquido una vez va perdiendo calor con relación al ambiente, o se enfría al ponerse el sol (desorción–regeneración)".
Es durante la noche cuando se produce el frío, "cuando el carbón activado se enfría, adsorbe nuevamente el metanol" según explica Chejne.
Según el investigador, en este proceso hay unas pérdidas de energía, especialmente cuando se da el cambio de la fuente solar a la energía térmica en las paredes del colector. Por esa razón, el aparato es grande para poder congelar o enfriar de uno a cinco litros de agua. Precisamente, para garantizar esta cantidad, el sistema diseñado utiliza 20 kilos de carbón activado. Además, este no se cambia porque genera una condición de vacío, la cual permite que se renueve.
El desarrollo tecnológico ha sido aportado por la U.N. Sede Medellín y el Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para las Zonas no Interconectadas (IPSE).
Fuente: www.energiasrenovables.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Creciendo por el Planeta