Por Laura Kiniry, CNN
(CNN) — Estos animales viajan cientos y a veces miles de kilómetros para encontrar alimento, refugio o para dar a luz.
Las migraciones anuales de fauna que ocurren alrededor del mundo son espectáculos naturales increíbles.
Águilas calvas en Columbia Británica, Canadá
Las águilas calvas son las únicas aves marinas endémicas de América del Norte, cada invierno se reúnen en parvadas sobre las ramas de los abetos de Douglas y de los álamos en Brackendale, una comunidad ubicada justo al norte de Squamish (a medio camino entre Vancouver y Whistler).
Las águilas llegan a alimentarse con los salmones que remontan los ríos gélidos de Brackendale para desovar.
Aunque la mejor época para verlas es a mediados de noviembre y febrero, las águilas abundan en enero y generalmente llega a haber unas 1,500 al año. En 1994 hubo una cifra récord de 3.769 aves.
La mejor opción es tomar el recorrido de medio día en balsa por el río Squamish, organizado por el Brackendale's Sunwolf Lodge.
Antílopes, África Oriental
La migración anual de antílopes que ocurre entre Tanzania y Kenia comprende hasta 1 millón 500.000 ejemplares de estos animales que atraviesan grandes extensiones de planicies en busca de pastizales frescos y ricos en minerales.
No se trata de una migración estacional, sino de una búsqueda continua de alimento en un viaje redondo de 2.700 kilómetros.
Además de las cebras, gacelas y los alces —que acompañan a los antílopes en sus viajes—la migración atrae a miles de espectadores, sin mencionar a los leones, leopardos y cocodrilos que esperan la oportunidad para atacar.
Aunque los animales se mueven durante todo el año, el principio de la temporada seca —típicamente de finales de junio a julio— es la mejor época para ver a los antílopes en el Masai Mara, en Kenia.
En la reserva y sus alrededores hay decenas de campamentos que están en el centro de la acción. Uno de los mejores es el campamento de Kicheche Valley, en la Reserva Naboisho, justo en los límites del Masai Mara.
Pingüinos emperador, Antártida
El documental de National Geographic de 2005, La marcha de los pingüinos, presentó al mundo la migración anual de pingüinos emperador en la Antártida: miles de aves de lomo gris y vientre blanco de hasta 1,20 metros de altura hacen varios viajes a través de una enorme placa de hielo —en pleno invierno— y protagonizan una historia de paternidad y nacimiento.
Esta ardua expedición es instintiva e impresionante, en especial con la blanca Antártida como telón de fondo.
La mejor época para ver la migración de los pingüinos emperador es entre octubre y hasta principios de diciembre.
Mariposas monarca en California, Estados Unidos
Cada octubre, miles de millones de mariposas monarca arriban a Pacific Grove, California, para anidar durante el invierno. Estas bellezas de color anaranjado con negro llenan los pinos y eucaliptos de la ciudad costera de Monterey.
El espectáculo es más impresionante es a mediodía, cuando el sol está más brillante e ilumina las alas de las monarcas y dan forma a un vitral.
En Pacific Grove se organiza el Desfile de las Mariposas cada octubre para dar la bienvenida a las habitantes estacionales, que son más numerosas entre diciembre y enero.
Murciélagos en Texas, Estados Unidos
Todas las noches, entre marzo y octubre, los cielos del centro de Austin, Texas, se llenan con los cuerpos alados de entre 750,000 a 1 millón 500,000 murciélagos cola de ratón.
Vuelan de sus nidos en el puente de la avenida Congress como si se tratara de una mancha de tinta oscilante y se embarcan en una búsqueda de alimento.
Es la colonia urbana de murciélagos más grande de Norteamérica y se calcula que consumen hasta 15 toneladas de insectos todas las noches.
Al principio, la mayoría de los murciélagos son las hembras preñadas que han viajado desde el norte de México para dar a luz, entre junio y julio. El espectáculo más llamativo es en agosto, cuando las crías se unen a sus madres en el vuelo.
Cientos de espectadores toman la parte sureste del puente de la avenida Congress todas las noches para admirar a los murciélagos cuando salen, usualmente ocurre al ponerse el sol.
Caribú ártico, América del Norte
La migración masiva del caribú puercoespín de Norteamérica (el nombre proviene del río Puercoespín que corre a través de Alaska y el Yukón) es una proeza: se trata de un agotador viaje de ida y vuelta de más de 2.000 kilómetros a través de varias rutas, desde Canadá y Alaska hacia las llanuras costeras de Arctic Refuge; los animales van en busca de nutrientes y alejarse de los insectos.
La cantidad de caribúes puercoespín que llega al Refugio Ártico Nacional para la Fauna en Alaska puede superar los 100,000.
El evento también propicia la llegada de osos, lobos y glotones.
Tiburones ballena, México
Aunque son enormes (los tiburones ballena pueden llegar a medir más de 12 metros de largo y pesar hasta 15 toneladas), el pez más grande del océano también es completamente dócil y solitario, lo que hace que la llegada de miles de especímenes a las costas de México sea un espectáculo extraordinario.
Todos los veranos, estos peces con pieles manchadas y rayadas llegan al golfo de México procedentes del Caribe para alimentarse de plancton y deambulan de lado a lado en su búsqueda. Arriban entre junio y mediados de septiembre.
Searious Diving ofrece viajes en bote para nadar con los tiburones ballena al norte de Isla Mujeres, Quintana Roo, uno de los principales sitios de avistamiento del enorme pez.
Flamenco en Kenia
Entre abril y junio, el lago Nakuru de Kenia presenta una explosión de color, sus aguas bajas se llenan de flamencos rosas de largas patas que llegan a alimentarse de las algas azul-verdosas del lago.
El espectáculo se ha descrito como un festín de intenso color fucsia.
Aunque en los últimos años su población ha variado —entre 6.500 y hasta 250.000— el espectáculo sigue siendo impresionante, en especial si tienes la oportunidad de verlos volar en parvadas.
Lion Trail Safaris organiza recorridos de todo el día partiendo de Nairobi hacia el lago alcalino, ubicado a unas dos horas al norte de la ciudad.
Cangrejos rojos en la Isla Christmas, Australia
Cada año, millones de brillantes cangrejos rojos dejan sus madrigueras en el archipiélago australiano y emprenden un largo y arduo viaje hacia el mar.
Descienden por acantilados, trepan por las riberas y sortean obstáculos para llegar a la costa y depositar sus huevos; más tarde regresan a la meseta central de la isla con sus crías a cuestas.
La migración sincronizada parece un río color carmesí que ondula a lo largo de la planicie y puede durar hasta 18 días.
El evento regularmente tiene lugar entre noviembre y diciembre (los cangrejos sólo se mueven cuando llueve) y coincide con la marea alta y la luna menguante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Creciendo por el Planeta