enero 30, 2012

A Lufthansa no le convence la jatrofa ni la camelina

Viernes, 27 de enero de 2012Javier Rico
Habitualmente, cuesta conocer con exactitud las materias primas empleadas en la producción de biocarburantes que utilizan las compañías aéreas. Tras el anuncio de Lufthansa de suspender sus vuelos con bioqueroseno, Joachim Buse, vicepresidente de la aerolínea, afirmaba que no volverán a utilizarlo hasta que su producción aumente y asegure un suministro fiable. Tampoco les convencen los argumentos de sostenibilidad que le aporta su principal suministrador, la compañía finesa Neste Oil, que sí declara que la jatrofa y la camelina forman parte de la base de su biocarburante.
A Lufthansa no le convence la jatrofa ni la camelina
Cuando a mediados de julio de 2011 Lufthansa anunció la puesta en marcha de un servicio regular de vuelos con biocarburantes durante seis meses entre Hamburgo y Frankfurt, costó saber cuáles eran las materias primas que se utilizarían. Fue la suministradora del biocarburante, la multinacional finlandensa Neste Oil, la que desveló que procedían de una combinación de camelina, jatrofa y grasas animales y que lleva la marca de su producción patentada, el NExBTL (un hidrobiodiésel). Ahora, la compañía aérea no ve tan ventajoso este suministro.

Después de casi 1.200 vuelos entre las dos ciudades alemanas y de uno transatlántico Frankfurt-Washington, la aerolínea germana anunciaba la suspensión de estas operaciones, a pesar de reconocer una reducción de emisiones de CO2 de 1.471 toneladas. El comunicado oficial anunciaba incluso el ahorro de más de un 1% en  combustible. En principio, estos resultados parecían avalar la continuidad de la apuesta renovable, máxime en una escenario de reciente inclusión de la aviación comercial en el mercado de emisiones establecido por la Unión Europea. Sin embargo, poco antes del anuncio de la suspensión, ya había informado de su decisión de repercutir el coste de su entrada en ese mercado en el pasaje de los viajeros.

Primero, asegurar la sostenibilidad y disponibilidad del biocarburante
El vicepresidente de la compañía Joachim Buse se mostraba satisfecho de los resultados obtenidos hasta el momento, pero anunciaba que “como próximos pasos nos vamos a centrar en asegurar la idoneidad, disponibilidad, sostenibilidad y certificación de las materias primas”. “Lufthansa sólo continuará con este tipo de vuelos –prosigue– si somos capaces de garantizar el volumen de sostenibilidad y la certificación de las materias primas necesarias para mantener las operaciones”.

Tampoco en esta nota difundida por Lufthansa se hace mención expresa a cuáles son esas materias primas. El portal Deutsche Welle confirmaba, como hizo Neste Oil en el inicio de los vuelos, cuáles eran las plantas utilizadas, afirmando incluso que Lufthansa no volverá a usar el biodiésel hasta que la producción indonesia de las plantas de jatrofa se incremente hasta asegurar el suministro requerido para operaciones regulares. En el mismo portal, diversos expertos opinan sobre la imposibilidad de contar con refinerías que aseguren dicho suministro.

enero 03, 2012

La hortaliza en el tejado


ECOLOGÍA | 03.01.2012

DW-WORLD.DE

 

Un grupo de visionarios busca crear en Berlín la primera granja urbana sobre el techo de un contenedor. El lema del proyecto: cosechar en las ciudades puede ser el secreto para la alimentación sustentable del futuro.

 
Hoy, tras la llegada del invierno a Alemania, es difícil imaginar que un verdísimo jardín pueda florecer sobre el techo del gigantesco contenedor que ha sido elegido para crear la granja urbana más grande del mundo. El contenedor, usado anteriormente para el transporte marítimo de mercancía, está ubicado entre una de las autopistas que conduce a Berlín y una ancha avenida de la capital alemana, en el patio de una antigua fábrica de malta. El cielo gris y la lluvia le dan a la instalación el aspecto de un complejo industrial inhóspito, estéril.
Pero, en el verano de 2011, este prototipo dio motivos suficientes para creer en la posibilidad de sembrar y cosechar a gran escala en los techos de las ciudades. Sobre ese contenedor crecieron tomates y yerbas; abajo, en un enorme acuario, nadaban carpas. Sí, carpas. Estos peces de agua dulce juegan un rol importante en la aquaponía, el sistema del cual depende la granja en cuestión para florecer. “Entre los peces y las plantas tiene lugar un proceso de circulación de agua muy interesante”, comenta uno de los quince estudiantes de la Universidad Técnica de Berlín que han venido a examinar este proyecto.
Las ventajas de la aquaponía
Christian Echternacht (tercero en la foto), uno de los artífices del proyecto.Christian Echternacht (tercero en la foto), uno de los artífices del proyecto.Tobias Wimmer, un estudiante de diseño urbano, simplifica la explicación del sistema aquapónico señalando que los peces excretan sustancias en el agua que son nutritivas para las plantas; estas sustancias son absorbidas por las plantas y el agua, que ha sido filtrada por las plantas, puede retornar al acuario de los peces. “Eso no significa que los vegetales adquieran el sabor del pescado”, bromea Wimmer, cuya tarea es determinar qué tan realista es el objetivo del experimento que tiene lugar en este contenedor.
Se espera que, para 2013, los 4.000 metros cuadrados que mide el techo del contenedor estén cubiertos con invernaderos rebosantes de vegetales. “Esta granja urbana va a ser tan grande como un campo de fútbol”, dice Christian Echternacht, uno de los tres artífices del proyecto bautizado Frisch vom Dach, una expresión que en alemán significa “fresco, recién traído del tejado”. Echternacht está a cargo de difundir y mercadear la idea de que, en el futuro, la alimentación sustentable en las grandes urbes será viable mediante el aprovechamiento de sus superficies menos usadas: los techos.
Urban farming, un movimiento global
El prototipo de El prototipo de "Frisch vom Dach" para una granja urbana.Los socios de Echternacht están a la caza de inversionistas dispuestos a aportar los 5 millones de euros necesarios para financiar los costos de esta granja urbana. Pero las ventajas ofrecidas por este sistema de siembra y cosecha –los bajos costos de mantenimiento, la calidad de los productos cosechados y los bajos precios a los que estos podrían ser vendidos, por ejemplo– no sólo han sido percibidas por los alemanes de Frisch vom Dach. En realidad, los granjeros urbanos parecen formar parte de un movimiento global. El fenómeno del urban farming ya ha dado algunos frutos esperanzadores en Estados Unidos y Suiza. ¿Visión de futuro o delirio? Es está por verse.
Autores: Nadine Wojcik / Evan Romero-Castillo
Editora: Emilia Rojas Sasse