diciembre 30, 2011

Las islas que borraron un día del almanaque

BBC

Samoa busca facilitar los negocios con sus socios comerciales.


Como dicen que el tiempo es oro, Samoa y Tokelau, en el Pacífico Sur, decidieron suprimir del calendario el 30 de diciembre para cambiar de huso horario y acercarse a sus socios comerciales.
Así, los 180.000 habitantes de Samoa y los 1.200 de Tokelau perderán un día de sus vidas pero con la aplicación de la Ley de la Línea Internacional de Cambio de Fecha ganarán la posibilidad de hacer más negocios en Asia, Australia y el Pacífico.


El salto al futuro ocurre 119 años después de que Samoa se moviera en la dirección opuesta para acercarse a Estados Unidos y En mayo pasado, el archipiélago de Samoa anunció la decisión de dar una pirueta y saltarse el 30 de diciembre, algo que los vecinos de Tokelau -un territorio neozelandés compuesto por tres atolones- decidieron imitar.

Sin embargo, Nueva Zelanda y Australia se han convertido en socios comerciales cada vez más valioso para el país.

Más fácil

"No tendremos viernes", le dijo a la BBC el primer ministro de Samoa Tuilaepa Sailele Malielegaoi.
"Para hacer negocios con Nueva Zelanda y Australia, estamos perdiendo dos días hábiles por semana", explicó el jefe de gobierno.
"Cuando es viernes aquí, es sábado en Nueva Zelanda y cuando nosotros estamos en la iglesia el domingo, ya están haciendo negocios en Sidney y Brisbane", en Australia.
Malielegaoi agregó que Samoa también tiene intereses comerciales con China y Singapur, y el cambio de fecha hará que el comercio con la región sea "mucho, mucho más fácil".
Según el primer ministro, la mayoría de la población está contenta con el cambio.










No obstante, algunos advierten que el gobierno tiene ahora el reto de demostrar a los ciudadanos que la repercusión en el comercio ha sido positiva.
Hasta ahora, Samoa estaba a 21 horas de Australia y 23 de Nueva Zelanda.
Con el cambio pasa a tener una diferencia de sólo una y tres horas, respectivamente.
Tokelau, por su parte, tendrá tres horas de diferencia con respecto a Wellington, Nueva Zelanda.

diciembre 13, 2011

La luz del futuro: los OLED


CIENCIA Y ECOLOGÍA | 08.12.2011

La luz del futuro: los OLED

Placas formadas por diodos lumínicos orgánicos (OLED), que se adhieren a ventanas y techos, fueron nominadas para el Premio Futuro de Alemania. Pronto se las podrá adquirir por menos de 50 euros.

El 14 de diciembre de 2011, el presidente alemán, Christian Wulff, dará a conocer durante una gala en Berlín quién será el ganador del Premio alemán “Futuro” de este año. El Premio alemán “Futuro”·es un galardón que se otorga a proyectos de investigación tecnológica que se destacan por ser innovadores y poseer perspectivas económicas prometedoras. Se nomina a tres equipos como candidatos al premio, dotado con 250.000 euros. Uno de los equipos alemanes trabaja en la creación de una nueva luz: la luz del futuro.
Esa luz ya está brillando en el laboratorio del profesor Karl Leo, en Dresde, en forma de una placa rectangular. Karl Leo es director del Instituto Fraunhofer de Microsistemas Fotónicos (IPMS), y se dedica a la invención de un diodo lumínico orgánico (OLED). Se trata de una placa de cristal de cuatro cm cuadrados que produce luz cuando se la conecta a la corriente eléctrica. Los OLEDs ofrecen a arquitectos y diseñadores de ambientes posibilidades de uso totalmente nuevas, explica el experto.
“La visión más extrema a futuro sería que los OLED puedan adherirse como un tapiz al techo para iluminar una habitación. Se podría también, por ejemplo, colocar una folia sobre el cristal de las ventanas y convertirlas de ese modo en dos cosas: en celda solar y en fuente lumínica”, explica Karl Leo.
OLED lumínicos: luz del futuro, pronto para todos.OLED lumínicos: luz del futuro, pronto para todos.
Luz gracias a danza de electrones
Los OLED deberían haber llegado al mercado hace seis o siete años, y ya tendrían que estar formando parte de la vida cotidiana, dice Karl Leo. Pero hace más de diez años que los investigadores del Instituto Fraunhofer de Dresde trabajan denodadamente para que esa visión se haga realidad. Un OLED de cuatro cm cuadrados cuesta casi 100 euros. Su poder lumínico se debe a la danza de electrones que se produce sobre la placa laminada. Los electrones se mueven a través de varias capas de materiales orgánicos.
“Se trata de hidrocarburos que se colocan sobre la superficie de los cristales. Utilizamos polvo, simplemente polvo de colores, que adherimos por medio de vapor. Son capas muy delgadas, de pocos nanómetros, tan delgadas como la milésima parte de un cabello humano”, aclara el director del Instituto Fraunhofer.
OLEDs: nominados para el Premio Futuro alemán.OLEDs: nominados para el Premio Futuro alemán.
Hidrocarburos y un truco para que se haga la luz
Este tipo de material se utiliza también para teñir telas, en las lacas para automóviles y en las fotocopiadoras. El problema es que los hidrocarburos son, en realidad, muy malos conductores de energía. Para que puedan transportar electrones, el investigador de Dresde les agrega otras moléculas que sí son capaces de conducir cargas eléctricas.
El truco es que un agregado de sólo un uno por ciento es capaz de aumentar la conductividad eléctrica en un millón de veces. Dos estudiantes de doctorado fueron los que sentaron las bases para este procedimiento en el área de la electrónica orgánica. Hasta comienzos del siglo XXI nadie creía en sus ideas, hasta que por fin lograron concretarla. “Hemos logrado un procedimiento estable y demostrado que sus elementos individuales funcionan perfectamente”, señala Kar Leo.
Con las patentes necesarias en su equipaje, los investigadores se independizaron y fundaron una nueva empresa. Desde el año 2003, venden su conocimiento y su técnica de producción para OLEDs a fabricantes de elementos lumínicos y a grupos empresarios dedicados a la electrónica. A largo plazo, un metro cuadrado de folia OLED se podrá adquirir por menos de 50 euros.
Autor: Richard Fuchs/ Cristina Papaleo
Editor: José Ospina Valencia

diciembre 12, 2011

CH2 en Melbourne, Australia - El Edificio Sustentable No.1



Cuando en Melbourne decidieron construir un edificio de oficinas acorde con el desarrollo que hoy por hoy exhibe está emergente ciudad de Oceanía, no solo pensaron en hacer un buen edificio, si no que además decidieron sentar en ejemplo para el resto de los edificios en Australia (y quizás del mundo). El Merlbourne Council House 2, más conocido como CH2, es el primer edificio en Australia con la distinción de 6 estrellas que otorga la corporación Green Building Council of Australia. Un caso de máximo ahorro energético pensando en el problema de la arquitectura sustentable que se vendrá en las siguientes décadas.
Este edificio de oficinas fue desarrollado por la oficina DesignInc en conjunto con la City of Melbourne, y está ubicado en la Little Collin Street. El CH2 obtuvo 6 estrellas debido a su innovación y la tecnología usada como por ejemplo células fotovoltaicas, cubiertas reguladoras de temperatura, sistema de auto reciclaje de aguas contaminadas, esto con un presupuesto de 50 millones de dolares australianos. Algo así como 40 millones de USD o 20 mil millones de pesos. Cifra considerable, que en este caso en vista como una inversión a largo plazo.
Las características más llamativas del CH2 guardan relación con las celosías de madera reciclada, controladas a través de células fotovoltaicas.Una célula fotovoltaica, es un dispositivo electrónico que permite transformar la energía luminosa (fotones) en energía eléctrica (electrones) mediante el efecto fotoeléctrico.
Además presenta en su cubierta 5 grandes torres de agua o duchas, de 1,5 metros de diámetro y 13 metros de alto. El objetivo de estos mecanismos es regular la temperatura del edificio a través de la continua evaporación de gotas de agua, lo que permite la reducción de la temperatura interior del edificio a 21°C, (desde una temperatura inicial de 35°C), y permite también bajar la temperatura del agua a 12°C. Otro de los aspectos interesantes del edificio son las turbinas de viento, las que permiten enfriar el edificio durante la noche.equilibrar la temperatura de la masa interna del edificio y reciclar el gasto excesivo de energía para reutililzarlo en el sistema de climatización frió/caliente.
Se espera que toda la inversión realizada en tecnología sea recuperada en un plazo de 10 años. Es claro entonces que la tasa interna de retorno TIR, de este edificio, está pensada como una inversión a futuro, con una lógica de sustentabilidad que vas más allá de la simple (o compleja más bien dicho) utilización de tecnología de punta. La sustentabilidad arquitectónica es vista en proyectos de este tipo como una solución al problema energético global, que en la medida en que los precios de combustibles y recursos hídricos sean cada vez más importantes, ejemplos como estos van a cobrar cada vez más valor. Es de esperar que las buenas prácticas de estas tecnologías se masifiquen y que no sean una exclusividad de los países más desarrollados, ya que de ser así países de más bajos recursos podrían acceder a este tipo de sistemas.
Por otro lado es muy importante que la iniciativa por construir este tipo de edificios sea de comun acuerdo entre el sector público y privado, ya que como se puede observar en este caso particular de CH2, se asociaron una empresa privada con la Comuna de Melbourne. En la medida que la conciencia de desarrollo sustentable se inserte en nuestras autoridades locales, será más fácil comenzar a pensar en este tipo de edificios en Chile. De lo contrario, nos quedará todavía un largo camino.







diciembre 09, 2011

HIDROCARBUROS - JUAN GOSSAIN


Una mañana de mayo pasado, los viejos madrugadores del pueblo de Marytown, perdido en las costas que bordean el sudeste de los Estados Unidos, se levantaron como todos los días a echarles unas migajas de pan a los pájaros marinos que merodean con mansedumbre por los patios y que se han ido convirtiendo en sus amigos.



Lo que vieron los dejó espantados: las gaviotas de cabeza negra, que son tan bellas, también tenían negro el plumaje. Del pico les goteaba una mancha babosa. No podían levantar el vuelo de la arena, con las patas hundidas en una masa de chapapote pastoso, como el asfalto cuando se derrite. Una de las gaviotas miró a la gente pidiendo ayuda.



Según cuentan los testigos, más allá de la playa, cerca del río, tres garzas morenas habían muerto con los ojos despepitados. El guiso espantoso que navegaba corriente abajo, matando todo lo que se le atravesara, era la mezcolanza de petróleo crudo de la empresa British, que cayó pocos días antes a las aguas del Golfo de México.

A esa misma hora los alcatraces de la bahía de Santa Marta, al norte de Colombia, desayunaban su ración cotidiana de buñuelos de carbón. El periodista Antonio José Caballero, grabadora en mano, esperaba en la playa el regreso de los pescadores que habían salido a trabajar temprano. Mientras aguardaba, la cámara de su teléfono celular retrató la pala enorme de un barco carbonero que arrojaba al mar el polvo negro que sobró en las bodegas.

A esa misma hora, en las playas legendarias de Juanchaco y Ladrilleros, cerca de Buenaventura, los lancheros de cabotaje que llevan carga y pasajeros por los pueblos que se arraciman en las orillas del Pacífico limpiaban sus motores preparándose para un nuevo día de trabajo. Como si fuera la cosa más natural del mundo, arrojaban al mar el contenido de unos tanques repletos de residuos de gasolina, queroseno y diésel. Un langostino magnífico, que medía un jeme, iniciaba el día tomándose su primera taza de combustible. Cuando vi la fotografía en El País de Cali me dieron ganas de echarme a llorar.

A esa misma hora, en la zona industrial de Cartagena de Indias, abierta sobre la bahía del Caribe resplandeciente, los trabajadores de una compañía empacadora se sentaron a desayunar en los comedores de su empresa. En ese momento volvieron a ver, como venía sucediendo en las mañanas más recientes, que una nata de tizne cubría la superficie del café con leche, y que una mermelada negra, tan semejante al betún de limpiar zapatos, se había pegado al pan y al queso blanco.

Entonces, no aguantaron más. Se levantaron todos, sin que nadie los hubiera convocado, y comenzaron a golpear los platos contra los mesones. La algarabía se oyó en media ciudad. Las autoridades ambientales ordenaron el cierre de un muelle vecino, que se dedica a cargar carbón a cielo raso, sin mayores precauciones ni cuidados, sin tubos cerrados ni conductores protegidos. Seis días después el muelle fue reabierto.

A esa misma hora, en la región acuática de La Mojana, que cubre un gigantesco territorio húmedo de los departamentos de Bolívar, Sucre y Antioquia, bajaban resoplando los ríos Cauca y San Jorge, que se desbordan en caños y ciénagas. El apóstol Ordóñez Sampayo, que se ha gastado la vida defendiendo de la contaminación a campesinos, cosechas y animales, apareció en la plaza de Guaranda con el dictamen médico en la mano: los doctores certificaban que los tres niños que nacieron deformes tenían mercurio en el sistema sanguíneo.


El terrible mal de Minata, como lo saben los japoneses, porque las empresas en cualquier parte del mundo, en Tokio o en Majagual, arrojan porquerías químicas a las corrientes, y primero se pudren las aguas, y después nacen degenerados los peces y los camarones, y después nacen sin ojos los niños cuyas madres, en aquellos caseríos extraviados de la mano de Dios, consumen esa agua y esos pescados.



En las cabeceras de ambos ríos, las compañías mineras, que buscan oro entre la tierra, hacen sus excavaciones con un sancocho de mercurio y ácidos. Arroyos y acequias se llevan el mazacote. Los bocachicos mueren con la boca abierta en los playones. Las espigas de arroz no volvieron a crecer.

En medio del desastre causado por las inundaciones, y como si fuera poco, las yucas harinosas de antes florecen ahora con un hongo químico a manera de cresta. El hambre campea entre los pocos ranchos que no se ha llevado el invierno. Las emanaciones de las lagunas huelen a lo mismo que huele un laboratorio de detergentes.

Hay que decir, también, que los empresarios mineros se defienden diciendo que Ordóñez Sampayo está loco. Claro que está loco: ningún hombre cuerdo expone su pellejo ni dedica su vida entera a defender a un ruiseñor, una mojarra, un plátano pintón, una mazorca de maíz o a una mujer embarazada que carga un fenómeno en el vientre.

Epílogo

Aquella mañana, cuando los pescadores de Santa Marta regresaron a la playa, el periodista Caballero los acompañó en su tarea de descamar y abrirles el buche a los escasos pescados que traían.

-¿Qué es eso? -preguntó, intrigado, al ver unas bolas negras en el estómago de un bagre.

-Carbón, amigo -le contestó uno de ellos, levantando el animal-. Pelotas de carbón. Eso es lo que comen ahora.

Caballero tomó más fotografías y se las llevó a algunos funcionarios de la industria carbonera.

-No se preocupe -le contestó el gerente-. Vamos a construir un nuevo muelle de última generación.

-No lo dudo -dijo el reportero, con una mueca de dolor que parecía sonrisa-. No lo dudo: será la última generación.

El día que Caballero me contó esa historia, y me enseñó sus fotografías, ya no sentí ganas de echarme a llorar, como la vez aquella del langostino bañado en combustible. Lo que sentí ahora fue rabia. Cuando ya no quede una sola hoja de acacia, cuando el último pulpo haya muerto atragantado con ácido sulfúrico y cuando nuestros nietos nazcan con un tumor de carbón endurecido en la barriga, entonces será demasiado tarde. Dispondremos de computadores infrarrojos de última generación, pero ya no habrá agua para beber; los celulares de rayos láser se podrán comprar en las boticas, pero el sol no volverá a salir; los niños encontrarán el algoritmo de 28 a la quinta potencia con solo cerrar los ojos, pero dentro de 20 años no sabrán de qué color era una golondrina.

Los invito a todos a ponerse de pie antes de que se marchite el último pétalo. Usen el arma prodigiosa del Internet para protestar. Hagan oír su voz. Que el correo electrónico de los colombianos sirva para algo más que mandar chistes y felicitaciones de cumpleaños. Porque, si seguimos así, el día menos pensado no quedará nadie que cumpla años. Ni quién envíe felicitaciones.


JUAN GOSSAÍN
Periodista Colombiano

diciembre 07, 2011

Puente de Plástico, El primero en Europa > Escocia


El primer puente de plástico de Europa

Por Antonio Rentero

 

Ni madera ni piedra ni metal. El puente de la fotografía está hecho de plástico.
Está situado en Peebleshire, Escocia, y al parecer el uso de este material ofrece grandes ventajas: no se oxida, no hace falta pintarlo, no necesita mantenimiento y es 100% reciclable. Mide 27 metros de longitud y para realizarlo se han empleado 50 toneladas de residuos plásticos.
Vertech Limited es una de las principales empresas que han participado en la construcción de este puente, capaz de soportar el paso de vehículos pesados.

Una de las ventajas que presenta este material es que al proceder de plástico reutilizado se evita que esta materia acabe en vertederos o haya que enviarla a países lejanos como China para que se recicle allí.
La construcción de este tipo de puentes, además, resulta más económica tanto en la construcción como en el (inexistente) mantenimiento, lo que representa una gran ventaja para el sector rural británico. Se trata de “ofrecer materiales de ingeniería de alta calidad con bajo costo medioambiental y económico”.
El plástico del que está hecho el puente, primero en Europa en construirse con esta tecnología, es una combinación de polietileno de alta densidad y polipropileno, que proviene del reciclaje de botellas de plástico y residuos de la industria del automóvil.
Se consigue una especial fusión de dichos materiales para que tengan una base estructural a nivel molecular mucho más dura y resistente. La tecnología para obtener este polímero mixto fue desarrollada por la Universidad Rutgers y podría emplearse también para elaborar planchas que puedan sustituir al contrachapado o el pladur en la construcción o en revestimientos de exteriores dado que, a diferencia de esos otros materiales, este polímero no se degrada con la humedad.
Finalmente el proceso de elaboración de estos plásticos supone una importante reducción de emisiones de CO2 en comparación con la obtención de los tradicionales materiales de construcción como son la madera y el acero. Su durabilidad, flexibilidad, falta de mantenimiento, obtención a partir de plásticos reciclados y lo económico de su procesado lo hacen una opción muy interesante para países en vías de desarrollo.

El persidente de la empresa Vertech Limited también manifiesta que “es el puente más hermoso en el que he trabajado y quedó instalado en menos de dos semanas, todo un record para un puente de 27 metros”. ─[BBC]

diciembre 06, 2011

Centram Geothermal Guatemala > Energía? o Minas!


EL CALOR DE ATITLÁN

Por Corleone

El lago Atitlán, junto al hermoso complejo volcánico que lo enmarca, ocupa actualmente el fondo de una caldera natural que se formó hace 81,000 años a causa de una colosal explosión magmática. A pesar del tiempo transcurrido desde entonces, los bordes que lo circundan aún no terminan de acomodarse, consecuencia de ello es la inestabilidad que se observa en todo el terreno, causante de constantes asentamientos de tierra y derrumbes, en especial cuando las lluvias se vuelven copiosas y empapan el suelo.
            Aunado a la belleza que posee su paisaje, que lo convierte en uno de los mayores atractivos turísticos del país, lo cual le valió una nominación para ser incluido entre las siete maravillas naturales del mundo; en sus orillas se asientan más de una decena de poblaciones donde confluyen tres de las milenarias etnias descendientes de la cultura Maya, como son Quichés, Kaqchikeles y Tzutujiles. Pero además, su ubicación montañosa y su clima permiten que sea un valioso ecosistema rico en biodiversidad, tanto en flora como en fauna, y una estación de parada y abastecimiento para gran variedad de aves migratorias. Todo esto condujo a que en el 2008 la OEA declarara a Atitlán como la primera “Zona de oportunidad de las Américas”, designación que traería inversiones con el objetivo de proteger su medio ambiente, incentivar el turismo, fortalecer su riqueza cultural y procurar el desarrollo de sus pobladores, donde más del 70% viven en condiciones de pobreza. Por cierto, hasta la fecha no se ve alguna iniciativa que responda a tal declaración, aunque éste no es el tema que hoy nos ocupa.

             Lo que motiva el presente artículo, es la noticia difundida recientemente en varios medios locales y foráneos, que anuncia la concesión otorgada por el Gobierno de Guatemala a una compañía transnacional para la exploración geotérmica en 483 kms cuadrados situados precisamente allí, es decir, se incluye en tal proyecto todo el lago y su cuenca. El fin que se persigue, a decir de los funcionarios de la compañía canadiense beneficiada con el convenio, es la evaluación del potencial geotérmico de la zona para luego implementar su explotación, ya que este tipo de energía es menos contaminante y más barata que la obtenida de las hidroeléctricas o de la quema de hidrocarburos.

             La empresa en cuestión se llama Centram Geothermal, que aparentemente sólo tiene en su experiencia una intervención previa, en Panamá, y está dirigida, desde su fundación el año pasado, por John H. Paterson y James P. Boyle. Estos personajes tienen un amplio currículum, aunque no en exploración geotérmica sino en la exploración y explotación minera en Latinoamérica, desarrollado a través de más de 20 años y desde diferentes compañías transnacionales. Entre otros proyectos que se atribuyen está la explotación de oro en minas a cielo abierto, que ha ocasionado daños ambientales y conflictos sociales en varios países. Con motivo de la suscripción del acuerdo, Paterson, presidente de la firma, declaró que procederán a una “exploración agresiva” para evaluar el potencial y futuro desarrollo.   


Habría que averiguar el significado de “exploración agresiva”, pero tratándose de la zona donde se llevaría a cabo, no suena tranquilizadora la frase. Según indican, lo que los atrajo de Atitlán es que en el subsuelo se alcanzan temperaturas hasta de 186 grados centígrados. O sea que el magma que dio origen al mega volcán y luego lo hizo explotar sigue allí, no tan lejos. Según los expertos, el estallido ocurrió cuando el magma se puso en contacto con el agua del lago original, que por alguna razón se filtró hasta alcanzarlo.

             En realidad, no es difícil comprender la postura de estas personas, pues su misión es encontrar fuentes de inversión que les multipliquen sus ganancias; sin embargo, no ocurre lo mismo con los funcionarios de gobierno que decidieron otorgar la concesión de manera unilateral, sin tomar en cuenta la opinión de las comunidades que habitan el territorio desde antes que Guatemala existiera como país. Es el mismo procedimiento que se ha utilizado otras veces. Aduciendo que el subsuelo le pertenece al Estado, y que el Gobierno debe decidir por el “bien” de la mayoría, se arrogan atribuciones que sobrepasan las de los cargos que ocupan, y hacen estas cosas a hurtadillas, como si de ocultar algo oscuro se tratara. Independientemente de si la explotación de energía geotérmica es tan favorable e inocua como aseguran, hay varias preguntas que valdría lapena responder: _¿cómo encaja esta decisión con el valor turístico, la biodiversidad, la legislación sobre áreas protegidas, la “Zona de Oportunidad” y la cultura local y sus derechos? ¿Qué clase de presiones o prebendas recibieron los funcionarios involucrados para otorgar la concesión a espaldas de la gente que habita el territorio? ¿Se realizaron exhaustivos estudios de impacto ambiental y se investigaron los antecedentes de la entidad solicitante antes de decidir? ¿Quién administraría las plantas geotérmicas cuando ya estuvieran funcionando? ¿Qué parte de las ganancias por generación o derechos de funcionamiento le quedarían al país, y cuánto de éstas llegaría a las comunidades de la región? ¿Cómo resultaría afectada, o en el mejor de los casos, beneficiada la población local? ¿Qué clase de resarcimiento se asegura obtener se el área se llega a dañar, reversible o irreversiblemente? ¿Hay alguna aseguradora internacional responsable o fianza que respalde el riesgo? ¿Porqué no se hizo una consulta popular comunitaria previamente? Quién sabe.

             Todo territorio y la población que lo habita conforman una unidad inseparable; no se puede perturbar a uno sin afectar al otro. Esta relación está íntimamente ligada a la cultura, la tradición y la cosmovisión de los pueblos indígenas, y es previsible que reaccionen negativamente ante este proyecto, entre otras razones por no haber  sido consultados. Y no vale argumentar que pudieran haber enterado de ello a las autoridades locales, ya que éstas no son la comunidad ni representan, en muchos casos, sus intereses. Claro, habrá problemas, y es de suponer que ya lo sabían quienes participaron en el negocio; pero ellos van de salida, las consecuencias deberán afrontarlas sus sustitutos en el próximo Gobierno y nosotros, los demás guatemaltecos que nada tuvimos que ver en el asunto. ¿Cuál será la postura que al respecto asumirán los dos candidatos que irán a la segunda vuelta electoral? Sería interesante conocerla. Alertas, pues; que Atitlán es algo de lo que los guatemaltecos podemos hablar todavía con orgullo, donde quiera que vayamos.
¡Pasemos la voz!